Presencia de la Abstracción
La vinculación de Peiró Coronado al mundo de la abstracción se inicia a principios de los años setenta, tras la experiencia conjunta con José Antonio Labordeta. Es un modo de expresión que ha venido trabajando a lo largo del tiempo, con mayor o menor intensidad, hasta la actualidad. Asume con decisión los principios de la Pintura Informal, que tanto peso había tenido en los ambientes artísticos europeos y norteamericanos.Read more
La Lírica del espacio
Desde principios de los años setenta, Peiró Coronado empieza a trabajar un tipo de obras figurativas de distinto talante que tienen como común denominador la preocupación por la representación del espacio. Son pinturas que a veces rayan la abstracción y otras veces aluden de una manera más clara al mundo de la realidad, pero siempre la inmensidad del espacio está presente. Es un camino que ha venido recorriendo, paralelamente a la producción más abstracta y que podemos rastrear hasta mediados de los años ochenta. Da la sensación de que los celajes del período figurativo se han tornado fondos abstractos. Read more
La búsqueda de un lenguaje
Fernando Peiró Coronado se había mudado con su familia a Benicarló (Castellón) en 1941, siendo todavía un niño de nueve años. Su padre se trasladaría a esta población como secretario de Juzgado con motivo de un ascenso profesional. Los recuerdos de su infancia en Alaquàs se reducen a una serie de imágenes tristes, como las de muchos otros niños, cuyo destino hizo coincidir su niñez con la Guerra Civil Española. Sobre este lejano período nos comenta: "Lo que recuerdo son desastres, fue una infancia de sobresaltos, de bombardeos e intranquilidad..., yo no sabía lo que era jugar cuando era niño". A los trece años tuvo una enfermedad de corazón y como consecuencia de ella no pudo desarrollar actividades físicamente duras. El interés por la pintura fue algo casi innato que, además, era compatible plenamente con las limitaciones de su corazón. Read more