La magia de la pintura de Peiró Coronado ya llena el Mucbe de Benicarló
por Jordi Maura
Fernando Peiró Coronado, el artista de Alaquàs afincado en Benicarló, hizo entrega ayer de parte de su obra al Museu de la Ciutat de Benicarló en un multitudinario y emotivo acto. El artista, que acudió en silla de ruedas al acto de donación sonrió y disfrutó. “A pesar de su situación física, para Fernando ha sido un momento de felicidad, también el poder estar rodeado del cariño de mucha gente», explicó su hija Mamen Peiró.
El también comunicador Joan Peiró leyó en nombre de la familia un texto en el que hacía entrega de 26 de sus obras. Además, otras 28 serán cedidas para completar y enriquecer las distintas muestras de los distintos estilos y etapas por él cultivados. La personalidad de Peiró transpira en sus cuadros, que se envuelven de un halo de misterio apoyado en un proceso creativo cargado de honradez personal. “De este privilegio disfrutamos los benicarlandos, porque Peiró Coronado ha ejercido de amigo de todos. Su nombramiento como hijo adoptivo de Benicarló fue uno de los momentos más emocionantes e intensos de su vida”, agregó.
La generosidad de Peiró quedó plasmada la semana pasada en un acuerdo de cesión “que servirá para difundir el patrimonio local y la obra de Fernando por otros centros y museos de la Comunitat”. La donación coincide con el quinto aniversario del Mucbe. Con la donación el viejo convento franciscano se consolida en el panorama museístico como custodio de una de las obras más rotundas, coherentes y sólidas, de los últimos cincuanta años de pintura en la Comunitat Valenciana. La sala 10 levará el nombre de Peiró Coronado. Como acabó señalando con ironía su sobrino “no se espanten pues, si algún día los espectros comienzan a aparecerse de día y vestidos de colores, será cosa de Fernando Peiró Coronado y la magia de su pintura”