Bodegón. Pigmentos con látex y óleo sobre tabla de Fernando Peiró Coronado pintado en 1963. Medidas 44x61.

La influencia de las vanguardias y el trauma de la posguerra

La presencia permanente en muchos estratos de la sociedad española de diferentes violencias, unido a la filosofía de vida impulsada por un régimen militar teocrático, nos lleva a lenguajes donde afloran aspectos como la austeridad, el negrismo o la figura de la mujer enjuta y relegada a espacios cerrados. Un concepto muy frecuente en la obra de Peiró Coronado de esta época será el de silencio y la vivencia de la muerte, perceptible en composiciones y retratos que hablan de un periodo silenciado y reprimido. Unas obras, en definitiva, que hablan de la memoria del dolor y las diferentes coartadas para su superación, pero también de ciertos guiños a lenguajes nuevos de vanguardia como la figuración expresionista de Chagall y Guinovart o el lenguaje primitivista de las máscaras de Picasso.

texto completo,  consulta catálogo ‘Matèria, cos i Art Brut’. Silvia Tena, 2019


La influencia de las vanguardias y el trauma de la posguerra


'Nos vamos entre luces y sombras' obra de Fernando Peiró Coronado. Pintura realizada con óleo, ceras y tela sobre tabla preparada con polvo de mármol.

Tàpies, el concepto de muro y lo matérico

Dentro del informalismo español, sobre todo de la mano de artistas como Tàpies o Millares, el lienzo se metamorfoseó en muro en el que esgrafiar el gesto consciente del artista. El grattage, los tachones, el dripping, los cortes y las quemaduras se concibieron como un reflejo de la huella del artista, quien con su materia «volcánica» en palabras de Michel Tapié, lanzaba su voz al mundo.
Mientras en Estados Unidos el expresionismo abstracto era defendido por su capacidad de ofrecer una alternativa al realismo soviético, y en Francia el Tachismo se presentaba como el reflejo de lo fugaz, en España (y por extensión en el ámbito valenciano), el informalismo adoptará un relato «hispano», doliente, desgarrado y de un profundo negrismo, que entroncó muy bien con un discurso buscado por el Régimen, que lo conectaría al barroco español, la escuela de Velázquez y los maestros del Prado.

texto completo,  consulta catálogo ‘Matèria, cos i Art Brut’. Silvia Tena, 2019

Tàpies, el concepto de muro y lo matérico


Pintura de Fernando Peiró Coronado, 'El hacedor de mujeres', 49x64, obra realizada con spray y óleo sobre cartulina encolada a tabla preparada con polvo de mármol.

Ecos del Art Brut. Lo sexuado y lo corporal

En la producción pictórica de la segunda mitad de los setenta van a aparecer insertadas en el plano pictórico una serie de elementos extrapictóricos, generalmente materiales humildes o bastos que evocan ciertos recursos del Art Brut francés y de la pintura matérica europea de los cincuenta, con una fuerte carga experimental en torno a los materiales. La producción de Peiró Coronado incorpora, en esta época, otros materiales como látex, tierras, madera, telas o cartón, buscando así un expresionismo en el límite entre lo Brut y lo Povera.

En los setenta y ochenta se detectan toda clase de incisiones, arañazos, huellas y heridas practicadas por Peiró Coronado en las obras de este periodo. Esta práctica (común a otros artistas como Fontana o Millares), deja entrever un nuevo concepto: el pathos y la gestualidad inherente a ésta. Pero hablar del gesto es también hablar de una nueva relación entre el espacio vital del autor y la superficie pictórica, que deviene, ahora, en un campo de operaciones, casi un escenario de la performance artística. Por otro lado, en estos mismos años, pasamos a un grafismo de corte altamente conceptual, contenedor de significados profundos y altamente íntimos de Peiró Coronado quien, al igual que Tàpies, era ávido lector de textos budistas y taoísta, así como escritos de la mística hispana como san Juan de la Cruz o santa Teresa de Jesús.

texto completo,  consulta catálogo ‘Matèria, cos i Art Brut’. Silvia Tena, 2019

Ecos del Art Brut. Lo sexuado, lo corporal